Lo auténtico

Humor callejero by Julikeishon en Basel
Humor callejero, a photo by Julikeishon en Basel on Flickr.


“El asunto es encontrar una verdad que sea cierta para mí, encontrar la idea por la cual yo sea capaz de vivir y de morir.”
Søren Aabye Kierkegaard

Por Robert Uranga
Pensador estadounidense de origen uruguayo, especialista en estudios culturales

Decía Jean Baudrillard que en la era posmoderna vivimos en una Hiperrealidad, una realidad construida, un simulacro en el que el referente ha desaparecido o, lo que es peor, es imposible distinguirlo de su representación. Siguiendo la famosa parábola del mapa y el territorio, podemos decir que la posmodernidad desdibujó uno y otro concepto, dejándonos solo con el mapa. Habitamos, pues, una construcción, un trazado de proporciones descomunales, pero creado y sin un sustento más allá de la propia creación.
La posmodernidad, a su vez, no solo trajo una realidad construida, un mundo de significación sin referente, sino también (y quizás como causa de todo) una desilusión y pérdida de confianza en lo que Frederic Jameson llamó “los metarrelatos”, aquellas narrativas que reflejaban y enaltecían los grandes valores de la modernidad: comenzó a reinar el nihilismo y el escepticismo, la desconfianza, el individualismo, la superficialidad, el egoísmo. Ya no hay ideales compartidos que nos motiven y que doten de sentido nuestra existencia: ya no importan sociedad, patria, ciencia, clase, revolución, movimiento, progreso… Solo hay una huida solitaria hacia un futuro indefectible que ya es hoy, que ya ha llegado, que está con nosotros y que será eterno. El fin de la historia.
Sin embargo, la historia no se detiene. Y de entre ese espíritu banal surgirá (o parece estar surgiendo) una nueva perspectiva vital: la búsqueda de lo auténtico.